Noticias de la compañía sobre Avances en la tecnología de baterías: de los primeros impactos al almacenamiento moderno
Cada día, dependemos de las baterías para alimentar nuestros teléfonos, controles remotos, vehículos eléctricos e incluso automóviles. Pero, ¿alguna vez se ha preguntado cómo los científicos medían la "carga" de la batería en una época anterior a los voltímetros? La respuesta podría sorprenderle, literalmente. Usaban sus propios cuerpos para medir la intensidad de las descargas eléctricas.
En 1800, el científico italiano Alessandro Volta inventó la primera batería verdadera: la "Pila Voltaica". Este dispositivo rudimentario consistía en capas alternas de zinc, plata y cartón empapado en agua salada. Cuando los discos de zinc y plata entraban en contacto, una reacción química producía una corriente eléctrica, marcando el amanecer de la energía electroquímica.
Pero sin instrumentos modernos, ¿cómo medían Volta y sus contemporáneos la potencia de su invento? Recurrieron a un método audaz: experimentación personal . Los científicos colocaban los terminales de la batería en sus lenguas o manos, confiando en la intensidad de la descarga resultante para estimar el voltaje. Cuanto más fuerte era la descarga, más potente era la batería.
Este enfoque, aunque peligroso y subjetivo, era la única opción en ese momento. Subraya hasta dónde llegaron los primeros investigadores en su búsqueda por aprovechar la electricidad. Afortunadamente, la llegada de los voltímetros y amperímetros pronto hizo obsoletas estas prácticas arriesgadas.
El invento de Volta encendió una revolución en la tecnología de baterías. Los científicos refinaron su diseño, lo que llevó al desarrollo de pilas secas y baterías de plomo-ácido, alternativas más prácticas y seguras.
Pilas secas , una innovación fundamental, reemplazó los electrolitos líquidos con sustancias en forma de pasta, eliminando los riesgos de fugas. Esto las hizo ideales para dispositivos cotidianos como linternas y juguetes. Imagine un mundo sin ellas: los controles remotos requerirían sintonización manual y los juguetes dependerían de mecanismos de cuerda.
La pila seca más común, la batería de zinc-carbono, presenta un ánodo de zinc, un cátodo de carbono y un electrolito en pasta de dióxido de manganeso, cloruro de amonio y cloruro de zinc. Estas celdas desechables generan 1,5 voltios inicialmente, pero se degradan a medida que se agotan los reactivos. Su naturaleza de un solo uso contribuye a los residuos ambientales, lo que impulsa los llamados a alternativas recargables.
Las baterías alcalinas, una variante mejorada, reemplazan la varilla de carbono con una pasta de zinc-metal e hidróxido de potasio. Este diseño reduce la resistencia interna, lo que permite corrientes más altas y una vida útil más larga. Aunque son más costosas, su salida de voltaje estable las hace ideales para dispositivos de alto consumo.
Técnicamente, una sola pila seca es una celda electroquímica , no una batería. Las verdaderas baterías comprenden múltiples celdas que trabajan al unísono. Por ejemplo, la batería de plomo-ácido de un automóvil combina seis celdas para entregar 12 voltios, lo suficiente para arrancar un motor.
Las baterías de plomo-ácido, potencias recargables, dominan las aplicaciones automotrices. Cada celda contiene ánodos de plomo y cátodos de dióxido de plomo sumergidos en ácido sulfúrico. Durante la descarga, estos componentes reaccionan para formar sulfato de plomo y agua, liberando energía. La recarga invierte el proceso, restaurando la batería, aunque imperfectamente, ya que la acumulación de sulfato eventualmente limita la vida útil a 3-5 años.
Las innovaciones modernas como las baterías de iones de litio y las pilas de combustible prometen mayores densidades de energía, carga más rápida y perfiles más ecológicos. La tecnología de iones de litio, ya omnipresente en la electrónica y los vehículos eléctricos, se basa en el movimiento reversible de iones de litio. Mientras tanto, las pilas de combustible, que utilizan hidrógeno y oxígeno, emiten solo agua, lo que las posiciona como una frontera de energía limpia.
A medida que crece el consumo de baterías, también lo hace la necesidad de un reciclaje adecuado. Las baterías desechadas filtran metales pesados, contaminando los ecosistemas. Los consumidores deben:
Desde la primera chispa de Volta hasta los avances de iones de litio de hoy en día, las baterías han transformado la vida humana. A medida que la investigación continúa, la próxima generación de almacenamiento de energía revolucionará aún más nuestro mundo, de forma segura, eficiente y sostenible.